p/ Blanca Fachado Lorenzo
DUE – CAP – Muros.
La presión arterial la necesitamos todos. Sin ella, la sangre no podría circular a través del cuerpo. Y sin un aporte continuo de sangre, nuestros órganos no recibirían el oxígeno y nutrientes que necesitan para funcionar. Por lo tanto, es importante aprender cómo mantener la presión arterial a un nivel saludable.
¿QUÉ ES LA PRESIÓN ARTERIAL?
El término “presión arterial” es la medidad de “fuerza” sobre las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre a través del cuerpo.
¿QUÉ SIGNIFICAN LAS CIFRAS DE PRESIÓN ARTERIAL?
Cada vez que le toman la tensión le dan dos cifras. La primera de ellas registra la presión sistólica (aquella que se produce en las arterias cuando late el corazón), y la segunda, la presión diastólica (aquella que se registra cuando el corazón descansa entre latidos. Cuando se anota la presión arterial, el número que representa la presión sistólica precede, o se pone por encima de, el número de la presión diastólica. Por ejemplo: 117/76 (117 sobre 76); sistólica = 117, diastólica = 76.
¿CÓMO SE DEFINE LA PRESIÓN ARTERIAL ALTA (O HIPERTENSIÓN)?
La presión arterial alta (o hipertensión) en los adultos se define como una presión sistólica igual o superior a 140 mm Hg; o una presión diastólica igual o superior a 90 mm Hg. La «prehipertensión» se define como una presión sistólica entre 120 y 139 o una diastólica entre 80 y 89.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
Por lo general, no hay síntomas. El corazón, cerebro y riñones pueden soportar un aumento en presión por mucho tiempo sin que se produzcan molestias en el cuerpo. Por eso se llama “el mal silencioso” – porque es posible padecer esta condición por años y no mostrar síntomas; de ahí la importancia de la prevención. Pero sin duda alguna, la presión arterial alta perjudica la salud y debe tratarse. La presión arterial alta es un factor de riesgo importante para los derrames cerebrales, los ataques cardíacos y la insuficiencia renal.
¿QUÉ CAUSA LA PRESIÓN ARTERIAL ALTA?
No se han encontrado causas específicas de la hipertensión, aunque si se han determinado algunos factores de riesgo que pueden hacer que la padezca: obesidad, consumo de sal, alcohol, tabaco, falta de ejercicio y stress. Los antecedentes familiares son también deben ser también un motivo para vigilar su tensión alta, por ello, es fundamental que se realicen controles periódicos, junto con una dieta saludable y ejercicio físico.
¿A QUÉ EDAD SE PRODUCE LA PRESIÓN ARTERIAL ALTA?
La presión arterial alta se presenta principalmente en personas mayores de 35 años de edad, aunque puede también presentarse en los adultos jóvenes, los niños, e incluso los bebés.
¿QUIÉN LA PADECE?
La presión arterial alta es más común en los afroamericanos, pero este padecimiento se presenta en personas de toda raza y origen étnico. Contrario a lo que comúnmente se cree, tener hipertensión no necesariamente implica ser una persona tensa, nerviosa o hiperactiva. Una persona calma y relajada por naturaleza puede también padecer la presión arterial alta. Con frecuencia, la hipertensión es de origen congénito (o hereditario), aunque también hay muchas personas que, a pesar de tener una historia familiar de presión arterial alta, nunca la desarrollan. En las personas con diabetes mellitus, gota, o enfermedades del riñón, la probabilidad de desarrollar la presión arterial alta es mayor.
LA PRESIÓN ARTERIAL BAJA:
En la gran mayoría de los casos, cuanto más bajo sea el nivel de presión arterial, tanto mejor. Por lo general, la presión arterial no se considera demasiado baja a menos que se presenten síntomas como mareo o desmayo. En ciertos estados, es posible que la presión arterial sea demasiado baja. Unos ejemplos son: Ciertos trastornos nerviosos o endocrinos Reposo en cama prolongado Reducción en volumen sanguíneo debido a hemorragia severa o deshidratación Un nivel de presión arterial menos de 120/80 mm Hg se considera óptima. Niveles por arriba de 120/80 aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular.
¿QUÉ EFECTO TIENE LA PRESIÓN ARTERIAL SOBRE EL ORGANISMO HUMANO?
Simple y sencillamente, la presión arterial alta causa que el corazón se esfuerce más que lo normal. Así, se incrementa la probabilidad de que se lesionen las arterías o el corazón. La presión arterial aumenta el riesgo de ataques cardíacos, ataques cerebrales, insuficiencia renal, trastornos oculares, insuficiencia cardiaca y ateroesclerosis. Si no se trata la presión arterial, el corazón se ve obligado a esforzarse cada vez más para bombear sangre y oxígeno a los órganos y tejidos del cuerpo. Si se ve obligado a trabajar más que lo normal a largo plazo, es probable que el corazón se agrande y, por consecuencia, se debilite. La presión arterial alta también daña las arterias y arteriolas. Con el tiempo, éstas se cicatrizan, se endurecen y pierden elasticidad.
Si las arterias se dañan o se endurecen, se disminuye su potencial para aportar sangre a los órganos del cuerpo. En tal caso, los órganos no reciben bastante oxígeno ni nutrientes, y no pueden funcionar a mayor capacidad. Además, en las arterias con acumulaciones de grasa, hay mayor posibilidad de que un coágulo se forme y así corte el suministro de sangre a la parte del cuerpo correspondiente.
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