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No mes de maio de 1960, o xornal Compostelano “La Noche”, facíase eco da toma de posesión como Alcalde de Muros do Dr. D. Fernando Rey Hermida, e días despois do homenaxe tributado ao seu antecesor no cargo, o abogado D, José María Monteagudo Romaní.
Velaquí as novas publicadas:
“El pasado viernes, en el salón de Actos de la Casa Consistorial do Muros, so celebró el emotivo acto de dar posesión al nuevo alcalde doctor Fernando
Rey Hermida, quien recogió el mando de manos del Subjefe Provincial del Movimiento, don José Luis Amor Fernández, al hacerle éste entrega del simbólico bastón.
A este acto, que asistió la Corporación Municipal en Pleno, y representación de la Sección Femenina, concurrió mucho público, que hizo presente al alcalde saliente, don José María Monteagudo Romaní, su más cordial despedida con entusiastas y cariñosos aplausos merecida y Justificada muestra de simpatía, y también como premio a la inmensa labor realizada durante su largo periodo de mandato, al cual había voluntariamente renunciado.
El nuevo regidor de Muros, doctor Rey Hermida, es un joven de 37 años, natural de la marinera villa que hoy representa. Destacada personalidad y honorable caballero, que goza de un elevado prestigio personal, y dotes indudables de capacidad para continuar el intenso ritmo de adelanto y progreso, que la preciosa muradana villa, ha venido desarrollando en los últimos anos.
El alcalde saliente Sr. Monteagudo, pronunció un emocionado discurso, para despedirse oficialmente de sus convecinos, así, como también de sus compañeros de Concejo, a quienes sinceramente agradeció su colaboración tan valiosa, sin la cual nada podría haberse logrado, pero que gracias a su entusiasmo y valiosa ayuda, bien patentado quedó con las realidades ya con-seguidas.
A continuación, el alcalde entrante don Fernando Rey, hizo uso de la palabra, con visibles muestras de emoción, para agradecer al Excmo. Sr. Gobernador Civil do la Provincia, la honrosa distinción de la cual tratará de hacerse acreedor, ofreciéndose sin limitaciones, procurando en sus desvelos e incansable dedicación, continuar hasta lo posible la conducta y labor de su admirado antecesor, sin quebrar la tangible marcha ascendente que su tan querida villa natal viene reflejando. También habló en nombre da la Corporación, su primer teniente de alcalde Sr. Otero Peón, para dejar patentizado el agradecimiento de todos los ediles al Sr. Monteagudo por las muchas facilidades que del mismo hablan recibido, así como también para. ofrecer al nuevo alcalde la más sincera colaboración.
Finalmente, el delegado del señor Gobernador, se dirigió a todos, para poner de manifiesto y resaltar la ejemplar conducta, y fructífera labor
llevada a cabo por don José María Monteagudo, a quién dolorosamente venía a relevar, y también para poder destacar las dotes que adornan al nuevo alcaide presidente, deseándole fervientemente que durante su gestión; éste alcance grandes triunfos que han de redundar en beneficio de Muros, cie Galicia, y también de nuestra Patria. — MARINO MIRAZO
HOMENAJE:
MUROS. (De nuestro corresponsal, M. PARADA). El pasado día 23 de mayo, y bajo la presidencia del nuevo Alcalde don Fernando Rey Hermida, se reunió la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Muros, en sesión extraordinaria, para tratar los asuntos que estaban en la orden del día.
Finalizadas las deliberaciones en el salón de actos del referido Ayuntamiento, se trasladaron los miembros de la Corporación a uno de los comedores que la “Casa Petra» tiene instalados en el bar «La Muradana», a quienes acompañó también el ex-Alcaide don José Monteagudo Romaní después de haber sido invitado por los que, hasta hace poco, fueron sus compañeros al frente de la administración municipal de citado termino.
Con el fin de tributarle al señor Monteagudo Romaní un íntimo y cordial homenaje de despedida, y como testimonio de gratitud de aprecio, consideración y simpatía, se reunieron en «La Murada» los miembros de referida Corporación para dejar plasmadas, una vez más, sinceras muestras de amistad hacia el homenajeado.
Don José Monteagudo Romaní tomó posesión como Alcalde de Muros el 27 de julio de 1954, y acaba de cesar con fecha 6 de mayo de 1960, por lo que estuvo al frente de la alcaldía, 5 años, 9 meses y 9 días. Y durante este lapso de tiempo supo granjearse una justa y auténtica popularidad en el pueblo muradano; el celo desplegado, su inagotable actividad y el interés con que siempre abordó los asuntos municipales, pronto le valieron el pláceme de todos sus conciudadanos. Su abnegación en beneficio público, su espíritu de servicio y su indiscutible benevolencia, le crearon desde un principio un verdadero ambiente de afecto, de respeto y agradecimiento. La atención, la sencillez y la franca condescendencia que le brindaba al más humilde en todo momento, le otorgaron siempre los mejores elogios y los más fieles sentimientos de amistad. Y hasta su porte un tanto arrogante y de buena estampa, alegre y de fácil decir, parece que contribuían a que los muradanos estuvieran complacidos de tenerlo como Alcalde.
Estas cualidades no podían dejar de repercutir en el ánimo de los concejales que con él integraban la Corporación Municipal, puesto que, en todo momento, pudieron comprobar la valía del señor Monteagudo Romaní al frente de los intereses del municipio. Sus prontas reacciones, avaladas siempre por una sólida cultura y un perfecto conocimiento de causa, se, ponían de manifiesto, con un espíritu de imparcialidad y de justicia, en cada una de sus intervenciones.
En cuanto a la magnífica labor que desarrolló mientras estuvo al frente de la Alcaldía. es bien notoria ya, y a ella nos Ciemos referido en varias ocasiones desde las columnas de este periódico. Sin embargo, no estará demás recordar en líneas generales esa labor que, en definitiva, es el más claro exponente de la tarea emprendida y del trabajo realizado. Se instaló una centralilla telefónica en Esteiro, se gestionó la apertura de la carretera que va a La Coruña pasando por Santa Comba y se ini
ciaren las obras del nuevo muelle y las de la Lonja; se llevó a cabo la total construcción del nuevo edilicio para Ayuntamiento, se pavimentó de hormigón la calle Fuente Viaja y de piedra la calle del Hospital, la de la Amargura y la de San José; se arreglaron las calles del Descanso, la del Sol y la de la iglesia; se adquirieron terrenos para la construcción de un Parque junto a. la Alameda, se hicieron las fuentes de San José y la que llaman la de Chiquillo en la playa de San Francisco; se construyó y acondicionó una fuente y un lavadero en la parroquia be Tal, así como otros dos lavaderos para Esteiro y para Abelleira, se adquirieron dos magníficas básculas para la Rula, un lugar para recreo junto a la playa de Lauro y se ampliaron y acondicionaron los jardines de la Avenida de Calvo Sotelo en Muros.
En materia de enseñanza, se llevó a cabo la construcción de una escuela y vivienda para el maestro en el lugar de Tajes; se repararon las casas viviendas de las escuelas de Louro y Abelleira, así corno los locales de las escuelas número 1 y la numero 2 de niñas, y la número 1de niños en Muros; se creó y equipó de material una escuela de niños de Esteiro, para completar un grupo de cuatro escuelas en un mismo edificio; se gestionó la construcción de un nuevo edificio para la escuela de Riomayor y otro para la de orientación marítima en Esteiro, y finalmente se han pedido y tramitado un grupo de ocho escuelas para el casco de la villa de Muros, un nuevo local para la Virgen del Camino y otro para el lugar de Baño.
A parte de otras muchas mejoras, el somero inventario que acabamos de reseñar pone de manifiesto la labor efectuada por el municipio muradano mientras to presidió don José Monteagudo Romaní por lo que, conjugada esta relación de trabajo con aquellas otras condiciones personales que en él concurrían, los demás miembros de la Corporación Municipal, acompañados del nuevo Alcalde don Fernando Rey Hermida, tuvieron la satisfacción de tributarle un íntimo y cordial homenaje de despedida.
En los discursos de ofrecimiento, a los que finalmente contestó el homenajeado, hubo palabras un tanto emotivas, que fijaron aún más en el ánimo de los allí reunidos, verdaderos sentimientos de adhesión, confraternidad y simpatía. Efusivos abrazos y apretones de manos, le pusieron punto final al homenaje”.