P/ Manuel Lago Alvarez
Adosado a la fachada oeste del Santuario de la Virgen del Camino existe un edificio que albergó un antiguo Hospital de Leprosos. El lazareto es de planta y construcción sencilla, careciendo de valor arquitectónico A él se accedía a través del soportal que une las plazas norte y sur del Santuario.
No existen datos ciertos que determinen la fecha de su creación, aunque sí hay documentos que lo mencionan en 1421, 1433 y 1490 (los ya citados testamentos de Marina Pérez –1433-, Fernan Boon –1421-, y la carta foral del año 1490). En siglos posteriores se cita al Lazareto en diferentes documentos, algunos contenidos en libros de la Colegial muradana y en archivos municipales del siglo XIX. Por ello, resulta muy difícil concretar la fecha de construcción del hospital, aunque se pudiera pensar que fuera anterior al Hospital de San Pedro que fuera fundado en el año 1380 por el juez de la Villa, Diego Rodríguez padre del Obispo Don Diego I de Muros, y del que hay profusa documentación en un legajo documental actualmente depositado en el Archivo Histórico
Diocesano y que tiene por título: “Libro das posisoes do Espital dos pobres que esta sobre la fontda prapa da Vila de Muro, que esta junto con o cimiterio de San Pedro, que foi edicado por Diego Rodríguez, juiz da vila de Muro, enna era de mill e CCCC e dez e oito anos, eno primeiro dia de marzo, do cual hospital he procurador R. Aras de Fisterre”.
No es difícil suponer que antes de la fundación del Hospital de San Pedro existiera ya el Lazareto de la Virgen del Camino, y que debido a su escasa superficie, fuera complementado por unas instalaciones mucho más grandes, y construidas intramuros, al lado mismo de la antigua parroquial de la Villa, y justo en una fechas en las que Muros se vio inmersa en una serie de avatares político-militares, como fue, entre otros, la destrucción de la Villa por las tropas portuguesas del Maestro de Avis, y la posterior acta de la nueva fundación de la Villa, en 1389.
De la documentación que hace referencia al Lazareto hay multitud de referencias a donaciones que se hacían para el sostenimiento del hospital de lázaros. Así en documentos del siglo XVI aparecen relaciones de casas donadas en testamentos y por las que se cobran arriendos que rentúan al año 17.513 maravedis. Del año 1814, hay un memorial de cuentas en el que se detallan nombres de vecinos de Badernado, Lira, Louro, etc, que pagan en grano y en dinero para los pobres del Hospital.
En el año 1843, un cobrador de pensiones y rentas escribe: “Es de dicho Santuario la casa que está pegada a él y por la mitad que avita Bonif.o Camaño paga 60 reales. Otra casita que habitan las llamadas Caneleyras pagan 40 rls”.
En el año 1571, siendo Cardenal-Arzobispo de Santiago don Cristóbal Fernández de Valtodano, el Visitador General del Arzobispado, Licenciado Llanes, se acerca a Muros para comprobar y tomar la cuenta al mayordomo encargado de la gestión de los bienes del Hospital, Jacome de Bronco, y ante la presencia del alcalde de la villa Domingo Barba de Figueroa, y otros personajes ilustres, el Ldo. Llanes, conocido el estado patrimonial y financiero del hospital, deja por escrito claras instrucciones de mejora.
En la visita del año 1575, se lee: “Ytem mando que ninguna persona que tuviere bienes de fuero del dicho hospital, cualquiera que sea, no los pueda vender y trocar sin que primero lo haga saber al mayordomo que es o fuere del dicho hospital, si lo quiere, o la persona que lo comprare, para que de cuenta del canon y pensión, o sobre de la tal hacienda se debe al dicho hospital. Y se ponga en el libro de las escrituras y tumbo del dicho hospital so pena que no lo haciendo pierda el derecho que tuviere a los dichos bienes […] que queden libres y desembargados al dicho hospital sin ninguna pensión. Y que el dicho mayordomo pueda a ellos hacer, en pro y útil del dicho hospital, lo que le pareciere sin que ninguna persona le ponga en ello impedimento alguno so pena descomunión mayor”.