p/ Marisé Luces Tajes
Las experiencias entre iguales son importantísimas en el desarrollo de niños y adolescentes, ya que a través de ellas se adquieren habilidades y actitudes que influyen en la adaptación social a lo largo de su vida.
A veces, esas experiencias no son siempre positiva, puesto que puede darse un tipo de relaciones dañina entre iguales: el maltrato o victimización por abuso de poder, que hace que desaparezca la relación de igualdad y se sustituya por una relación de dominación – sumisión entre el agresor y la víctima. Esta relación suele estar oculta para los adultos, pero conocida por los compañeros, sobre todo en los centros escolares, que es donde más se da y entre los 12 y 16 años de edad.
Es un tipo de violencia difícil de identificar, de diagnosticar en cuanto a su gravedad y, por lo tanto, de eliminar..
Este tipo de relación tiene un nombre: ACOSO o BULLYING.
Besag define el Acoso o Bullying como “ el ataque repetido (físico, social, psicológico o verbal) de sujetos que están en una posición de poder sobre otros que no tienen la capacidad de defenderse, con la intención de causar daño para obtener beneficio o satisfacción.”
Cualquier niño/a puede ser considerado como una víctima potencial si es percibido como más débil y vulnerable por otro niño más fuerte. Después de identificado el niño los agresores planean cómo hacer daño, debilitar y humillar a quién hayan elegido como víctima. En niños de primaria, generalmente, son procedimientos físicos, mientras que en secundaria utilizan con mayor frecuencia la agresión verbal y la exclusión social.
Acoso es:
Golpear, pegar , empujar.
Las amenazas.
Los insultos.
Las burlas.
Hacer el vacío a alguien comportándose como si no existiese.
Enviar notas, correos electrónicos o mensajes insultantes….
Iniciada la conducta de acoso, ésta suele continuar porque el agresor obtiene recompensas materiales y sociales. Éstas últimas son debidas a la influencia que ejercen los compañeros. El papel de éstos es determinante, ya que para minimizar o evitar la posibilidad de ser ellos también víctimas, refuerzan al agresor y aíslan al agredido, con lo cual el agresor asume su papel de dominador en el grupo y la víctima encuentra cada vez menos posibilidades de salir de esa dinámica.
El grupo refuerza las conductas intimidatorias, o bien, se inhibe del tema. Es así como los compañeros / as apoya y en alguna medida las genera y mantiene, mientras que para los adultos suelen pasar desapercibidas.
Los compañeros/as valoran más positivamente a los acosadores que a las víctimas, aquellos son considerados los más fuertes del grupo, gozan de mayor reconocimiento social. Las víctimas son consideradas débiles y cobardes.
Lo anterior nos hace ver la importancia del grupo en la relación acosador- víctima.
Pero el acoso no es solo un problema de iguales, sino que repercute en las familias y en el entorno más próximo de las personas afectadas: “ Convivir en un espacio en el que hay violencia dificulta que cada cual pueda ser y relacionarse tal y como es “.
A veces los chicos/as no son conscientes de que sus actitudes con algunos compañeros /as pueden incurrir en el maltrato. Definimos (Cerezo 2004) los principales tipos de maltrato entre iguales:
Físico:
Pegar, empujones, destruir los objetos y trabajos de la víctima, apropiarse de sus cosas… Más frecuente en primaria.
Verbal:
Suele ser la más habitual. Insultos, motes, menosprecio en público, resaltar de forma constante un defecto físico… ¡ Ojo ¡ El teléfono móvil es una vía para este tipo de maltrato.
Psicológico:
Va encaminado a deteriorar la autoestima de la víctima y a aumentar su sensación de inseguridad y temor. Este componente psicológico está en todas las formas de maltrato.
Social:
Pretenden poner a la víctima en un mal status respecto del grupo, aislarlo. Está considerado acoso indirecto.
Ya definido el acoso y qué se pretende con él, nos preguntamos: ¿ Quienes son los protagonistas del acoso escolar ?. Son:
Los acosadores.
Las víctimas.
Los compañeros/as ( observadores )
Los adultos.
( En el próximo nº de la revista los definiremos y veremos cuáles son los factores de protección ante conductas de acoso. Protección en el ámbito familiar, social y escolar ).