Origen e historia
Es indudable que el fundador de este asentamiento monacal/conventual, fue una persona de buen gusto, con una evidente dosis de místico y poeta… Pero, ¿quién era y cuándo “puso la primera piedra”? –Entre las conjeturas de los historiadores, la más probable es la de que en su origen (s. XIII, incluso antes) existiese una capilla (¿benedictina?) adoptada por los frailes franciscanos(¿Frai Gonzalo Mariño?) como eremitorio/oratorio, y posteriormente convertida en convento. La primitiva titularidad de Santa María (¿Mariña?) do Rial de Muros se cambió por la de San Francisco de Louro.
Las referencias históricas más antiguas, hasta ahora conocidas, las hallamos en los Breves del antipapa Benedicto XIII (1407) y del Papa Eugenio IV (1432). En el Archivo Municipal de Muros y en algunas bibliotecas particulares, existen documentos con referencias a mandas de misas y otros donativos a favor del Convento(años1418, 1423, etc.). En el entrepaño del cuerpo superior del claustro, se puede leer la fecha de construcción de ese paño, 1646; pero las cuatro columnas del segundo cuerpo, de innegable corte románico, nos retrotraen a una época muy anterior. Sobre el dintel de de la última ventana del frente noroeste, la inscripción del año 1808 señala el final de una importante reforma y ampliación del edificio, gracias a los donativos del benemérito muradano, afincado en Cádiz, D. Ignacio Suárez. Durante la invasión napoleónica no sufrió la indefectible expoliación, “porque as tropas francesas non o viron”.
La noche triste de la desolación y casi ruina total, llegó con las Leyes de la desamortización y exclaustración (1835). El Estado se apropió de todos los bienes, excepto de la iglesia (res sacra). Convento y finca fueron comprados en pública subasta, y pasaron por diversos dueños, hasta que finalmente fueron adquiridos por los testamentarios de la familia García Pan y devueltos a los religiosos(1870 – 1875).
En el año 1875, acondicionadas las dependencias elementales, regresan los franciscanos a su Convento. El dinámico P. Coll y el laborioso aragonés fray Antonio Polo, contando con la generosa prestación personal de las vecinas parroquias, consiguieron en sólo tres años restaurar la mayoría de las dependencias. Los mismos infatigables frailes, siempre con la inestimable colaboración de los pueblos cercanos, alzaron las 14 torres del Viacrucis en la ladera oriental del monte. Obtenido un Breve del Papa Pío IX, procedieron a su inauguración el año 1878. Este Vía crucis (vulgo Calvario), con motivo de la efemérides centenaria, fue notablemente renovado y reinaugurado en 1980.
Durante algunos años (1890 – 1897) el Convento fungió como Casa de Formación, acogiendo primero los estudios de Humanidades (Colegio Seráfico) y después, los de Filosofía. Tras este paréntesis, la vida conventual volvió a las tareas tradicionales: oración, culto, servicio pastoral, cultivo de la huerta, alguna ganadería… y casa de descanso estival para los estudiantes franciscanos de Teología.
Presente y futuro
Por los años ochenta el soplo turístico se intensificó en la Ría Muros-Noia, la más alta de las Rías Bajas. El P. Leonardo Díaz, superior, con el apoyo y colaboración del P. Humberto Jesús, tras un laborioso acondicionamiento del edificio, abrió el convento al turismo (1983) de verano con la calificación de Hostal: 25 habitaciones, sencillas y dobles, con todos los servicios de aseo, y la oferta de pensión alimenticia completa. La proximidad de la playa, el ámbito recolecto, silencioso; la acogida y trato familiar, una esmerada limpieza y sabrosa comida…, constituyeron un eficaz reclamo que tuvo pronto una numerosa demanda de plazas, sobre todo para la temporada estival.
Se puede visitar??
Hay opción de hospedaje durante todo el año??
Gracias y un saludo
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Se puede visitar durante todo el año. El hospedaje no está disponible. Están pendientes de realizar mejoras en las instalaciones.
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