p/A. Pouso
Es a veces en la quietud de la oscura noche castellana, cuando creo adivinar en la brisa el murmullo de tus olas arremetiendo furiosas contra los agrestes acantilados , en ese mismo instante me doy cuenta del largo camino que una lágrima puede dibujar en una mejilla….
Hoy ha sido uno de ellos.
En lo alto de tu cima
majestuoso te alzas,
escudriñando la noche,
tú , ojo que todo alcanzas
formas miles de reflejos
en el espejo del agua ,
jugando con la espuma ,
de olas haciendo guirnaldas…
esa luz que tu emites ,
que al navegar me acompaña ,
ha visto volar el tiempo
desde tu hermosa atalaya
ha visto como han pasado
tres siglos de vigilancia ,
sin pedirles nada a cambio
a las gentes que te aman
en largas noches de invierno
ofreces tu salvaguarda
emitiendo esos destellos
y tu sonora pitada
en la obscura y negra noche…
silueta férrea se alza
amenazando con herir
a la galerna mas brava,
o cuando el manto de niebla
a tus costas arribara…
tú , impasible Polifemo,
presto nos mandas auxilio ,
y hacia tu abrigo nos llamas…
hoy te mando estas letras
desde la tierra mas llana,
grandes páramos polvorientos …
yermos, resquebrajados , sin agua …
hoy te escribo amigo,
¡ desde el centro de España !
y aunque varado me encuentro ,
aquí, muy lejos del agua…
no dejo de pensar en ti,
ay, mi Villano del alma…
cuanto hoy yo no daría,
por abrir mi gran ventana,
y en vez de fría ciudad,
mi ría yo divisara ,
que al ir anocheciendo,
hasta ti yo me acercara…
y contemplarte embelesado
pescando desde mi barca.
© a. pouso