p/ Manuel Lago Álvarez.
No ano 1478, Don Diego de Muros I, bispo e Tui, foi preso por orde de D. Pedro Alvarez de Sotomayor (Pedro Madruga). O seu cautiverio durou quince meses. Fernando de Pulgar, cronista dos Reis Católicos, na súa obra ·”Claros Varones Castellanos”, escribe unha irónica e cruel carta a Don Diego de Muros, na que lle recomenda que se encomendé máis a casa da moeda da Coruña, que as oracións. A recomendación de Fernando de Pulgar de encomendarse a Casa da Moeda non era outra cousa que decirlle que pagara o rescate que lle esixían e se deixara de oracións para lograr o fin do seu cautiverio.
Velaiqui a carta:
LETRA VIII.
Al obispo de Tuy, que estaba preso en Portugal, en respuesta de otra (1).
- Señor: Encomendaros a la Virgen María no era mal consejo, si ese vuestro cuñado os lo aconsejara antes que os prendiera; mas consejándolo después de preso, deberíades decir: Ya no poide, según que todo buen gallego debía responder. Bien es, señor, que tengáis devoción en los milagros de alguna casa de oración,
según lo conseja el cuñado; pero junto con ella no dejéis de encomendaros a la casa de la moneda de la Coruña, o a otra semejante; porque entiendo que allí se facen los milagros porque vos habéis de ser libre. Por ende, señor, prometed algo a una casa destas, é luego veréis por experiencia el milagro que vos esperáis, é vuestro cuñado os conseja ; y abreviad cuanto pudieres, porque según acá anda vuestra hacienda, poco tenéis agora para ofrecer a la casa, é ternéis menos o nada si mucho os tardais. Decís, señor, que no os hallaron otro crimen sino haber reprehendido en sermones la entrada del señor rey de Portugal en Castilla. En verdad, señor, algunos predicadores la aprobaron en sus sermones; pero yo libres los veo andar entre nosotros, aunque creo que tienen tanta pena por ser inciertos predicadores, cuanta gloria vos debéis tener por ser cierto, aunque preso. Ya sabéis que Miqueas, profeta, preso estovo, y aun buena bofetada le dieron porque profetaba verdad contra todos los otros que persuadían al rey Acab que entrase en Ramoth Galat; y bien sabéis cuántos golpes resciben los ministros de la verdad, la cual se aposenta de buena voluntad en los constantes, porque allí reluce ella mejor con los martírios: Herculem duri celebrant labores. ¿Pensáis vos, señor, que ese vuestro ingenio tan sotil, esa vuestra ánima tan apta é dedicada por su habilidad para gozar de la verdadera claridad, había de quedar en esta vida sin prueba de trabajos que la limpiasen, porque limpia torne al lugar limpio dónde vino? no lo creáis. Aquellas que van al lugar sucio es de creer que vayan sin lavatorio de tentación en esta vida. Gregorio in Pastorali dice: De spe aternae haereditatis gaudium sumant, quos adversitas vitae temporalis humiliat. Mas os diría desto, sino que pienso que querriades mas cuatro remedios de idiotas que cinco consuelos de filósofos, por filósofos que fuesen. Pero con todo eso tengo creido que por algo bien vuestro hobistes este trabajo: Saepé majori fortunae (dice Séneca) locumn fecit injuria, según habemos visto é leído en muchas partes. Así me vala Dios, señor, cuando no nos cataremos os espero cargado de tratos para poner paz en la tierra. Aquí nos dijeron que el señor rey de Portugal se quería meter en religión; agora nos dicen que se quería meter en guerra. ¿Lo uno o lo otro es de creer? Ambas cosas, seyendo tanto contrarias, lejanas son de un juicio tan excelente como el suyo. Algunos castellanos aficionados a Portugal ban andado por aquí cargados de profecías; dellas salen inciertas, otras hay, en la verdad, que no valen nada. Y pues andamos á profetizar, yo profetizo que si el Sr. rey de Portugal deliberare entrar otra vez en éstos reinos á ponellos en guerra é trabajos, muertes é robo, e á Portugal á vueltas,–no lo dudo, a menos dudo que faga los fechos de los descontentaos; pero facer el suyo como lo desea, no lo creáis en vida de los vivos. Plega á nuestro Señor e á nuestra Señora que presto seas libre e á vuestra honra.